Viernes 09/09
Era el cumpleaños de Carmen, habiamos quedado en ir a escalar en la mañana, esperé unas 3 horas por todos, en la primera hora aproveché para ir al banco, allí me encontré con una señora que pedía dinero para poder ser cesáreada, me acerqué a ella, hablamos largo rato y entre toda la conversación me habló sobre sus carencias, me conmovió tanto su situación que me sacó las lágrimas sin poder disimular, no pude hacer nada mejor que darle poco dinero, y el no poder ayudarla de mejor manera me puso peor.
En las siguientes horas decidí esperar en el banco, pues ahí me sentía mas “segura", fue entonces cuando me sorprendí al ver como un hombre le arrebataba un enorme maletín a otro que corría tras de él con un revólver; inmediatamente el hombre fue linchado por un montón de moto taxistas (cosa que no fue nada buena), más sin embargo la gente de alrededor se regocijaba de la situación. Al terminar aquella riña, uno de los hombres decide abrir el maletín, este contenía una enorme cantidad de billetes de 100. Desparramaron todo aquel dineral y la gente corría tirándose al suelo para recoger la mayor cantidad de billetes que pudisen, tal cual niños después de partir la piñata, pero en un contexto nada inocente, bastante sucio y grotesco.
Me sentí enormemente indignada y apenada por el simple hecho de ser testigo de aquel atroz hecho ( seguramente no he visto nada) , pero cosas como esas ya son motivos suficientes para sentirme avergonzada de pertenecer a una sociedad tan dañina, acabada e indolente, que luce como criadero de cerdos y no como formadora de buenos ciudadanos.
Finalmente me encontré con Carmen, Daniel, Cintia y Carlos, después de una larga y agotadora espera, me acompañaron a enviar un correo apresuradamente y de ahí fuimos a lo que íbamos, a “escalar", pagamos 500bs el día cada uno, por apenas una hora, mientras Cintia y Carlos hablaban entre ellos tomandonos fotos. Fue en un rato bastante agradable.
El día continuó con el cansancio en nosotros muy bien puesto, mientras se iban para continuar con la juntada yo decidí ir nuevamente al banco para retirar el dinero que debía pagar de condominio; el cajero colapsó justamente cuando era mi turno, turno que duró 1 o 2 horas de espera.
Es común esperar demasiado tiempo en un banco, y más en un país donde nada funciona de manera idónea, o mejor dicho, no funciona. Entonces pensé que no podía suceder algo peor, pero eso no es todo...
Llegó la noche y después de estar largo rato pegados a un tablero de risk se fue la luz, hubo un a especie de apagón nacional del cual me aproveché para hacer uno de mis malos chistes, “Habrá golpe de estado", eso fue lo que dije. Seguido a eso nos fuimos sin luz a buscar un refresco para la torta de la cumpleañera, el guardia de seguridad del.lugar nos advirtió que estaba cerrado, ¿pero como va a ser, si se ve abierto?. Pase de zancadas y me estrellé con el vidrio de la farmacia, el.golpe fue tan fuerte que aún duele, sangré por montón y las lágrimas corrían solas, estas tenían vida propia.
Ese día lo cerró con broche de oro la frase de Carmen diciendo: “No hubo golpe de estado, aquí el único golpe fue el tuyo contra ese vidrio"...Y así considero que fue un día tristemente feliz, en medio del dolor reía con esa gente a raíz del torpe accidente (que ironía). Añadido a eso que fue también un día feliz para otras personas a costa de la desgracia o mala suerte de otras, indudablemente fue un día muy feliz para los “afortunados" que se lograron aprovechar del mal ajeno. Y es así todos los días, a toda hora y en todo momento, con la diferencia que no estamos ni tu ni yo en el momento para presenciarlo, reírnos de ello o lamentarlo.
Me sentí enormemente indignada y apenada por el simple hecho de ser testigo de aquel atroz hecho ( seguramente no he visto nada) , pero cosas como esas ya son motivos suficientes para sentirme avergonzada de pertenecer a una sociedad tan dañina, acabada e indolente, que luce como criadero de cerdos y no como formadora de buenos ciudadanos.
Finalmente me encontré con Carmen, Daniel, Cintia y Carlos, después de una larga y agotadora espera, me acompañaron a enviar un correo apresuradamente y de ahí fuimos a lo que íbamos, a “escalar", pagamos 500bs el día cada uno, por apenas una hora, mientras Cintia y Carlos hablaban entre ellos tomandonos fotos. Fue en un rato bastante agradable.
El día continuó con el cansancio en nosotros muy bien puesto, mientras se iban para continuar con la juntada yo decidí ir nuevamente al banco para retirar el dinero que debía pagar de condominio; el cajero colapsó justamente cuando era mi turno, turno que duró 1 o 2 horas de espera.
Es común esperar demasiado tiempo en un banco, y más en un país donde nada funciona de manera idónea, o mejor dicho, no funciona. Entonces pensé que no podía suceder algo peor, pero eso no es todo...
Llegó la noche y después de estar largo rato pegados a un tablero de risk se fue la luz, hubo un a especie de apagón nacional del cual me aproveché para hacer uno de mis malos chistes, “Habrá golpe de estado", eso fue lo que dije. Seguido a eso nos fuimos sin luz a buscar un refresco para la torta de la cumpleañera, el guardia de seguridad del.lugar nos advirtió que estaba cerrado, ¿pero como va a ser, si se ve abierto?. Pase de zancadas y me estrellé con el vidrio de la farmacia, el.golpe fue tan fuerte que aún duele, sangré por montón y las lágrimas corrían solas, estas tenían vida propia.
Ese día lo cerró con broche de oro la frase de Carmen diciendo: “No hubo golpe de estado, aquí el único golpe fue el tuyo contra ese vidrio"...Y así considero que fue un día tristemente feliz, en medio del dolor reía con esa gente a raíz del torpe accidente (que ironía). Añadido a eso que fue también un día feliz para otras personas a costa de la desgracia o mala suerte de otras, indudablemente fue un día muy feliz para los “afortunados" que se lograron aprovechar del mal ajeno. Y es así todos los días, a toda hora y en todo momento, con la diferencia que no estamos ni tu ni yo en el momento para presenciarlo, reírnos de ello o lamentarlo.
Un día absurdamente feliz, cómo va esa nariz? Así es la vida, entre tragos dulces siempre se cuela uno amargo, y ese día fueron unos cuantos, pero aún así, fue un día genial ;)
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