domingo, 28 de abril de 2013

El loco en la colina.

La palabra “loco” hace referencia a una persona que ha perdido totalmente la razón, o a alguien que sufre de trastornos mentales.

Sin duda aquel hombre que se encontraba en la cima de aquella Colina estaba completamente loco, fuera de sus cabales este hombre se llamaba James Buffer, vivía en Bandujo una pequeña población de Proaza, este era mejor conocido como: “El loco de la colina” seudónimo que recibía desde hace unos 30 años atrás luego de haber pasado por una catastrófica situación, él había perdido su esposa Esther y a su hija Kate en un trágico accidente automovilístico en el cual él iba conduciendo, iba un poco cansado, estaba entre el sueño y la vida cuando de repente apareció de la nada  un extraño animal que ni siquiera alcanzo a ver, estaba atravesado en la vía, este por evitarlo se estrelló contra un gran muro de concreto, por esta razón mueren sus dos preciadas y más valiosas personas, luego de eso se sintió culpable de sus muertes hasta el resto de sus días.


James se encontraba en medio de un profundo dolor, amargura, resentimiento y frustración  tras la gran pérdida, no sentía más que ganas de atentar contra su vida, acabar con ella y desquitarse de aquel mundo cruel en el que vivía, entonces fue cuando james empezó a caminar sin rumbo alguno hasta llegar a la cima de una lejana colina del pueblo, al llegar empezó gritar al vacío lo mucho que odiaba su vida. 

Pasaron horas sobre horas, días, meses y hasta años. James seguía allá arriba en aquella lejana colina triste solitario, y desolado caminando de un lado a otro al paso de sus botas pesadas y sus piernas alargadas, mirando hacia el horizonte con sus ojos saltones y fijos, estaba completamente desquiciado, no hacía nada más que contemplar el horizonte y balbucear cosas incoherentes, hablando perfectamente alto sin ser escuchado por nadie, nadie le ve, nadie lo atiende, nadie lo busca, nadie lo quiere.

Los habitantes de Bandujo saben de su existencia, saben que está loco. Muchos conocen la causa de su locura pero muchos otros no, sin embargo es juzgado sin cesar, es llamado loco sin parar.

A los niños que viven en Bandujo se les ha sembrado un miedo prácticamente desde que nacen, un miedo a costa de James, a estos niños los amenazan con llevarlos a aquella lejana colina, ellos le temen como le pueden temer a cualquier maleficio, en medio de su inocencia desconocen la verdadera realidad de aquel loco solitario.

El pobre de james pasaba noches y días sobre aquella colina abandonado, desgastado y descuidado, casi sin esperanza de vida, nadie le quería, él no tenía más familia, no tenía razón, unas que otras personas se acercaban muy rara vez  a aquel lugar con la pura intención de ayudarlo, pero este no se dejaba, él no escuchaba a nadie, hablaba solo, y no prestaba atención a nada, solo a la puesta del sol, al sonido de las aves, y al batido del viento.

Su futuro no era incierto, pues pasaría el resto de su vida en aquella colina en donde sus ojos veían girar el mundo alrededor de sí mismo, con la fuerte incertidumbre de la llegada de su muerte, viendo pasar cuervos y zamuros y sonriendoles como si estos fueran a devolverle la sonrisa, él no estaba seguro de quién era, o dónde estaba parado, ni dónde vivía, pero lo que sí estaba seguro es que estaba en un lugar donde podía observar unas ruinas de un antiguo muro de concreto, donde alguna vez alguien se había estrellado accidentalmente.


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