Un poco de historia...
En Septiembre de 1992 es apenas el origen de un lugar especial que comenzó con la llegada en motocicleta a Venezuela de dos Franceses oriundos de la ciudad de Lyon, una pareja enamorada viajando por latinoamérica en busca de aventuras, experiencias e historias llega a Mérida, la ciudad de los caballeros. Enamorados de aquella ciudad que los atrapó como un hechizo decidieron quedarse y trabajar para sobrevivir en la hermosa ciudad que los acogió, lo que no sabían es que todo se convertiría en algo mucho más grande de lo que imaginaron.
De la mano de Oscar González creador de lo que hoy en día conocemos como "Birosca Carioca", estos jóvenes de espíritu aventurero se adentraron en el mundo de la vida nocturna, bares, licores y diversión. No todo siempre ha sido color rosa como muchos creen para estos individuos conocidos por la colectividad merideña por su ingeniosa idea, el surgimiento de este local estuvo precedido por un constante trabajo, perseverancia y muchos sacrificios.
"El Hoyo del Queque" es una expresión Chilena que nuestro querido Oscar aprendió en uno de sus viajes y él mismo dió a conocer a sus amigos. Significa: El centro de la torta (El queque) y de otra forma es visto como "Creerse el centro de la torta", que para nosotros vendría siendo quien se cree el centro de atención.
Jean Luc y Severine con sus ideas, energía y buenas vibras llegaron para crear un legado, El legado que hoy en día es historia y ha marcado a muchos Merideños, estudiantes y a muchos viajeros, mochileros, nómadas, turistas que van de paso, todos sin excepción de distintas maneras quedan encantados con el lugar y cada uno tiene su propia historia que contar. Es que el Hoyo del Queque es un lugar mágico, es donde tienen lugar momentos grandiosos, inesperados, divertidos y seguramente inolvidables. Ubicado en el corazón de la ciudad de Mérida, en la Avenida 4 con calle 19 está allí para brindarte los mejores momentos, una noche en el Hoyo es quizás una noche que no olvidarás jamás, rodeado de un ambiente muy particular, decorado con artefactos de deportes extremos, este "Adrenalin Bar" te hace sentir como en casa desde que entras en él y es capaz de envolverte en un encanto del que difícilmente puedas escapar.
Una mirada hacia atrás
Si me devuelvo en el tiempo y me escabullo del resto, quedan en mi mente ciertos momentos que han marcado mi vida, entre ellos mis inolvidables vivencias en El Hoyo Del Queque. Apuesto que a muchos les pasa lo mismo.
Recuerdo pisar por quizás cuarta vez en mi vida tan nombrado local, fue en 2016 empezaba como un estudiante más de la ULA mis estudios en la facultad de Derecho, llegué invitada por un amigo Mexicano que conocí un año antes para esas fechas. Fueron alrededor de 3 meses seguidos de fiesta, alcohol y excesos, empezando casi siempre en el hoyo.
No es que esté muy orgullosa de los "excesos", pero si lo estoy de las vivencias que he tenido en ese lugar, pues me ha permitido adentrarme en una enorme diversidad de gente, conocer y compartir la cultura bohemia, fresca y alegre del joven merideño que en su mayoría viven sin prejuicios y sin límites.
El antes y el después
En mi vida existe un antes del hoyo y un después del queque, así es como le llamo al hilo interminable de los sucesos que circundan mi amor y querencia por el hoyo del queque. El antes se basa en las historias que he venido guardando antes de conocer ciertas personas importantes que han marcado mi paso por el Hoyo. El después vendría siendo cuando conocí personas claves que fueron capaces de enseñarme un poco más sobre mi local y lugar favorito en toda Mérida, entre ellos puedo mencionar a Severine, sus hijos y su mejor amiga Yarim. Personas realmente maravillosas y admirables.
Trabajé un corto tiempo allí y a pesar de que fue muy fugaz en mi cabeza pasó mucho más tiempo del real, la experiencia de estar en el hoyo como un turista, como visitante, consumidor y la de estar del otro lado es bastante diferente pero si logras conservar la energía y esforzarte por aprender cada vez más te aseguro que te quedarás con lo mejor, el crecimiento personal que te deja tal experiencia, como es mi caso.
Hace 22 años El Hoyo Del Queque nació como una tasca- Restaurant y ha traido alegria a nuestras vidas, todos los que lo conocemos sabemos bien las noches y momentos que se viven dentro de este lugar.
Todos queremos volver siempre a los lugares donde hemos sido felices y yo particularmente siempre volvería al Hoyo, no importa donde me encuentre y estoy realmente segura que muchos lo harían también. En el hoyo cabemos todos y siempre habrá lugar para cada uno de nosotros aunque estemos lejos de él.
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